De acuerdo con Vanguardia el informe más reciente de la Dirección de Tránsito de Bucaramanga ha arrojado datos preocupantes relacionados con la seguridad vial en la ciudad. Estos datos resaltan cómo la irresponsabilidad y falta de atención por parte de muchos conductores están teniendo un impacto negativo en el cumplimiento de las normas de movilidad.
Una de las preocupaciones que surgen del informe es la desobediencia generalizada de las señales de tránsito. En el período de enero a junio de 2023, se documentaron un total de 630 accidentes de tráfico en Bucaramanga. De manera alarmante, el 30 % de estos incidentes, equivalentes a 190 casos, se deben a conductores que no respetaron las señales de tránsito. Además, se informaron 32 incidentes en la ciudad causados por conductores que pasaron por alto los semáforos en rojo. Estas dos infracciones conjuntas representan el 35% de los accidentes ocurridos durante los primeros seis meses del año.
Los resultados de estos accidentes fueron devastadores, dejando a 946 personas lesionadas y 34 víctimas mortales en total. Además, en 31 de los accidentes registrados durante el primer trimestre de 2023, la principal causa identificada fue el exceso de velocidad. Estos datos enfatizan la urgente necesidad de concienciar a los conductores sobre la importancia de cumplir las normas de tránsito y adoptar hábitos de conducción más seguros en Bucaramanga. La seguridad en las carreteras es una responsabilidad compartida, y es esencial que todos los conductores contribuyan a reducir estos alarmantes índices de accidentes y víctimas en la ciudad.
Estos son algunos de los Hábitos de conducción que debe tener en cuenta
Respetar los límites de velocidad: Una de las reglas fundamentales de la conducción es respetar los límites de velocidad. Las velocidades en el área metropolitana de Bucaramanga se establecen en 60 kilómetros por hora para vías urbanas, 30 kilómetros por hora en zonas residenciales y 80 kilómetros por hora en vías departamentales y nacionales. Estos límites están diseñados para garantizar que los conductores puedan reaccionar a tiempo en caso de una emergencia. Superarlos aumenta significativamente el riesgo de accidentes y reduce la posibilidad de evitar obstáculos en la carretera.
Mantener una distancia segura: Conservar una distancia apropiada entre el vehículo propio y el que lo precede es esencial para contar con el tiempo necesario para reaccionar ante frenadas abruptas o cambios inesperados en el flujo del tráfico. El cumplimiento de esta práctica reduce significativamente el riesgo de colisiones y amplía el margen de maniobra en situaciones de emergencia. El Código Nacional de Tránsito Terrestre, en el Artículo 108, establece claramente las distancias que los conductores deben mantener entre sus vehículos al circular en el mismo carril. Según estas normativas, para velocidades de hasta 30 kilómetros por hora, la distancia requerida es de 10 metros. Si la velocidad es de hasta 60 kilómetros por hora, se debe mantener una distancia de 20 metros. En el caso de velocidades de hasta 80 kilómetros por hora, la distancia mínima es de 25 metros. Por último, para velocidades de 80 kilómetros por hora en adelante, se exige una distancia de al menos 30 metros.
Usar los dispositivos de seguridad: Los dispositivos de seguridad, como el cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil, son herramientas cruciales para proteger a los ocupantes del vehículo en caso de accidente.
Respetar las señales de tráfico y las normas de tránsito: Es fundamental respetar tanto las señales de tráfico como las normas de tránsito, ya que tienen la finalidad de regular la circulación vehicular y asegurar la protección de todos los participantes en la carretera. Desobedecer estas indicaciones no solo pone en riesgo su seguridad, sino también la de otros conductores. Es importante destacar que, según el Artículo 118 del Código Nacional de Tránsito Terrestre, en el caso de encontrarse con una luz roja en el semáforo, es fundamental detenerse por completo «sin avanzar ni sobrepasar la línea de inicio de la zona destinada al cruce de peatones». Tomar en serio esta normativa es una manera efectiva de prevenir infracciones y, lo que es más importante, evitar accidentes.
No conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas: El consumo de alcohol o drogas afecta gravemente las habilidades de conducción, disminuyen los reflejos y la toma de decisiones.
Los buenos hábitos de conducción son la base de la seguridad vial. Al respetar los límites de velocidad, mantener una distancia segura, usar dispositivos de seguridad, evitar distracciones y cumplir las normas de tránsito, se contribuye a prevenir accidentes y proteger vidas en las carreteras. Recuerde que la seguridad vial es una responsabilidad compartida por todos los conductores, y cada uno marca la diferencia al adoptar estos hábitos.
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